martes, 28 de abril de 2015

Capítulo 13: Lealtad

-Por favor, toma asiento-le pedí amablemente mientras servía la copa.
-Sí, señor.
En un intento de relajar el ambiente me tomé la libertad de indagar en la vida de mi empleado. Hasta lo que yo sabía era un hombre soltero, más o menos de mi edad.


-Dime, Ximo, ¿qué me puedes contar de tu vida?
-No mucho, señor-, contestó sudando.
-Venga, hombre, alguna cosa habrá que me pueda contar-bromeé tendiéndole la copa que acababa de servir-. Más o menos tenemos la misma edad y aún recuerdo los veranos que pasamos en esta casa. ¿No los recuerdas?
-Sí, señor.
-Pero, ¿por qué no me llamas Luis?-apelé en un intento de ganar confianza.
-Si, usted lo desea.

Aquella repuesta me sobrepaso. Aquel hombre era como chocar contra una pared. Recordaba al niño alegre y vivaz con el que había jugado cuando pasaba los veranos con mi abuela. No quedaba nada de él. Con los años se había transformado en una persona sería, desconfiada y tosca que trabajaba para mí y a la que apenas conocía.

«Un momento, quizás ese sea el problema» pensé. Tal vez, él estaba pensando lo mismo que yo. No me conocía y no quería hacer nada que le hiciera perder el trabajo. Sí, aquello me encajaba. No podía llegar después de tantos años y hacer como si nos hubiéramos visto el mes anterior. Ante la evidencia decidí ser sincero.

-Mira, Ximo, sé que hace muchos años que no nos vemos. Lo normal es que quieras mantener cierta distancia, al fin y al cabo, soy yo quién te paga el sueldo y debes temer que si me ofendes te despida. ¿No es cierto?

Con aquellas palabras conseguí que aquel hombre me mirara a los ojos. Parecía sorprendido y estaba asustado pero aún así me dedicó una pequeña sonrisa antes de contestar.


-Así es señor.
-Perfecto. Pues empecemos por aclarar que no pienso despedirte porque me cuentes lo que quiero saber-afirmé de forma tajante-. Llevo muchos días intentado averiguar qué es lo que pasa con Gala.
-Ya lo sé, señor. Y disculpe mi atrevimiento, pero no creo que nadie le vaya a contar lo que pasa.
-Pero. ¿Por qué? ¿Tú lo sabes, verdad?-pregunté desesperado.
-Señor, comprenda que se trata de gente muy poderosa y que yo no soy nadie para chismorrear-dijo Ximo clavando la mirada en sus zapatos.
-¿Ah, no?-pregunté incrédulo.
-No, señor. No creo que nadie se...
-Empiece a contar lo que sepa, Ximo-ordené enfadado.

Estaba arto de que todo el mundo declinará amablemente mis preguntas pero que mis propios empleados me ocultaran la verdad era algo que no pensaba tolerar. Al fin y al cabo su sueldo lo pagaba yo. Era a mí a quien debían lealtad y no al mamarracho de Andrés Capdevila.

-Pero yo, señor, no puedo. Comprenda que si hablo...
-Lo único que comprendo es que si no habla usted perderá el trabajo-sentencié tranquilo.
-Señor, por favor no me despida. Mi madre no me lo perdonaría jamás y como está el país no podría encontrar otro trabajo. Me dejaría en la calle.

Lo miré unos segundos sintiendo pena. Tenía razón en lo que me estaba explicando pero debía comprender que necesitaba que me contará lo que él sabía. Necesitaba que me fuera leal. Antes de que pudiera abrir la boca para contestarle, Doña Montse apareció en la puerta.


-Disculpe, señorito Luis-disparó sin que nadie le preguntara.
-Pase, por favor.
-Mire usted, lo que mi hijo quería decirle es que se olvide usted de la señorita Gala-.Aclaró resuelta ante el apuro de Ximo-Perdone que yo me meta en sus conversaciones pero es que el muy memo lo único que va a conseguir es que le despidan.
-Pero doña Montse tengo derecho a saber, ¿no cree?


Durante unos segundos nos mantuvimos la mirada. Estaba seguro que aquella mujer no haría nada por mi mal, al revés, intentaría evitarlo.

-Es usted tan terco como su abuela, que en paz descanse, señorito-comentó colocando los brazos en jarras-. Está bien, se lo contaré pero sirva unos tragos. Nos harán falta.
-Pero madre...
-Ximo dejame hablar, empiezo a estar cansada de tanto miedo.

Después de servir tres copas, nos sentamos de nuevo alrededor del escritorio donde se desvelaría al fin mi gran incógnita.

-Cuando quiera doña Montse, la escucho.
-En realidad, no es que haya un gran misterio, señorito Luis-comenzó mi ama de llaves.
-¿No? Pues nadie lo diría-respondí con ironía a su frase.
-Porque a nadie le gusta ser cómplice de algo que no es legal-comentó de pronto Ximo.
-¿Algo ilegal?
-Si, señorito Luis-dijo la señora Montse retomando la palabra-. El señor Capdevila hizo un negocio turbio con el padre de la señorita Gala.
-¿Cómo que turbio?

Doña Montse me miro un instante con rabia y tristeza. Estaba claro que aquello que me iba a contar le afectaba más de lo que jamás reconocería.

-¿Cómo de turbio es para usted vender una hija?

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lunes, 27 de abril de 2015

Tag Sugestões

¡Hola de nuevo!


No sé si os habéis dado cuenta pero desde que comencé el máster se me acumula la faena...así que estoy aprovechando este rato para ponerme al día. En esta entrada quiero hablaros de un TAG al que Sandra Álvarez Garrido del blog Worlds to dream y Sarai A. Lirio del blog los sueños no descansan me ha nominado. Y tengo que confesar que ¡me encanta!

Bueno las reglas son:

1.   Decir quién te ha nominado
2.   Sugerir una comida, una serie, una pelicula y un libro que te guste.
3.   Nominar a 10 blogs y, cómo no, comunicárselo.


Con esta labor en mente vamos allá:

Una comida:
El cocido, me encanta el cocido que hace mi madre. Desde luego es uno de los manjares más deliciosos que puedo degustar. Con su costilla, su tocinico, los garbanzos, ese caldo blanco que quita el sentido... ¡vamos que ya estoy babeando! Os tengo que contar que, aunque yo soy valenciana, mis padres son extremeños por lo que en mi casa se come rico, rico y con fundamento. ^^ ¡Así de hermosos estamos todos! Jajajajaja




Una serie:
Modern Family, no sé si la habéis visto alguna vez pero yo me rio a carcajadas. Además da igual que no sigas un orden en los capítulos o que ya los hayas visto 100 veces, siempre te hacen reír. ¡Muy recomendable!




Una película:
El Diario de Bridget Jones, sé que es una  peli de hace años pero es que me gusta muchísimo. Puedo verla una y otra vez, si me sé hasta los diálogos, y no me canso. Me pasa lo mismo con la segunda jajaja, ¿qué le voy a hacer? Soy así de especial. Por cierto la segunda también me pirra ^^ Jajaja.




Un libro
Buff ahí sí que lo tengo difícil... ¿Un libro? ¿Uno solo? Puestos a elegir me quedo con el último que me he leído, Gigoló de José de la Rosa. Es una novela romántica que me atrapó desde las primeras líneas. Está muy bien escrito, más que eso se nota que el autor lo ha mimado mientras lo creaba. Pero bueno ya os cuento más sobre el en la próxima reseña.





Ale, ya está, ahora me conocéis un poco más espero que os haya gustado esta entrada. Os dejo mis nominados:

¡Ya solo queda avisar a los blogs y listo! Tengo curiosidad sobre lo que nos cuenten en sus entradas =D

Mil besos,

Lupe
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domingo, 26 de abril de 2015

Segunda nominación al Premio Libster

¡Hola, hola!
Hoy quiero contaros que me llegó otro premio por parte de Sandra Álvarez Garrido del blog Worlds to dream. Muchas gracias por acordarte de mi blog ^^, la verdad, es que estas cosas hacen una ilusión muy grande.

Bueno como siempre vamos allá con lo que implica este premio. Lo primero recordar las reglas:
·       Agradecer a quién te ha nominado y seguir su blog.
·       Visitar a todos los blogs que han sido nominados junto al tuyo, ya que este premio trata de dar a conocer blogs con menos de 200 seguidores para que estos crezcan.
·       Responder a las 11 preguntas que te haga la persona que te nominó.
·       Nominar a 11 blogs con menos de 200 seguidores y avisarles personalmente de que han sido nominados.
·       Realizar 11 preguntas a los blogs nominados o pedirles que te cuenten 11 cosas personales.
¡Vamos allá! Como ya agradecí la nominación voy a seguir contándoos cosas sobre mí.
1.   Nombre, cumpleaños y localidad:
-        Guadalupe Durán Sánchez
-        31 de Marzo
-        Burjassot, Valencia (España)
2.   ¿Cuándo comenzaste el blog?
A mediados de enero del 2015
3.   ¿Por qué decidiste comenzar el blog?
Porque me pareció una buena forma de dar a conocer lo que escribo y los libros que me leo. También porque me han insistido en ello la gente que me quiere mucho.
4.   ¿Cada cuánto publicas?
A día de hoy voy publicando cuando saco un hueco. Sé que debería de ser más constante pero ahora mismo empecé un nuevo proyecto y ando reorganizando mi vida ^^
5.   ¿Dónde podemos encontrarte?
También tengo cuenta en wattpad pero aún no me anime a publicar nada allí, tiempo al tiempo.
6.   Última canción favorita:
Un Zombie a la Intemperie de Alejandro Sanz
7.   Actividades favoritas
Evidentemente leer y escribir. Pero también soy una gran apasionada de pasar tiempo con mis amigos, escuchar música y reír a carcajadas.
8.   ¿blog o vlog?
Tradicional, tradicional. ¿Por qué? ¡La razón principal es que el videoblog no se hacerlo! Pero también porque me gusta escribir.
9.   ¿Te ves aquí en el futuro?
¿Por qué no? Nunca sabemos que es lo que pasará en un futuro así que yo no cierro ninguna puerta.
10.                    ¿Qué sección de tu blog te gusta más?
Conociendo a Hugo
11.                    ¿Consejo/s para alguien que esté pensando adentrarse es este mundillo?
Mi consejo es que trabaje, si realmente quiere meterse en este mundo hay que dedicarle horas, leer mucho y mucho ánimo.

Bueno vamos con mis nominados:
Bien, ya solo me queda avisar a los agraciados y listo.

Mil besos,

Lupe


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viernes, 24 de abril de 2015

Memorias de un asesino. Carta 1

A quien me quiera leer:
Desde que me descubrieron, el único pasatiempo medio aceptable que encuentro es redactar unas líneas. Debo confesar que comencé escribiendo un diario en el que plasmaba mi rutina día tras día ente estas cuatro paredes. Pero aquí es todo tan monótono que me aburre incluso escribirlo.
Dándole vueltas a la cabeza decidí que era hora de contar mi verdad. Estoy un poco cansado de que todo el mundo me tome por loco y que nadie me comprenda. Soy consciente de que cargar con varios casos de asesinato hace que la sociedad me tenga por lo que me toma y que nadie se pare a conocerme un poco mejor. Sin embargo, os puedo asegurar que soy una persona normal. Sí, sí, lo que te digo. Tan normal como puedes ser tu, tu pareja, tu hijo o tal vez tu vecino. ¿No me crees? Pues si me prestas atención durante unos minutos te cuento mi historia, tal vez así comprendas porque hice lo que hice.
Mi primera víctima se llamaba Carolina, era una profesora de primaria un par de años más joven que yo. Recuerdo el día que la conocí como si de ahora mismo se tratara. Había llegado a la ciudad para dar clases en el colegio de mi barrio estaba tan llena de vida, era tan simpática que me conquistó en un segundo.
Por aquel entonces yo andaba un poco pelado de pasta, así que decidí alquilar una de las habitaciones que tenía libre en mi piso. Y he de reconocer que tuve bastante éxito ya que en apenas dos días contacte con cinco personas que estaban interesados en mi oferta. Después de hablar con ellos por skype me decidí por aquella chica y nada más conocerla supe que había hecho bien.
Al principio la convivencia fue prácticamente idílica, nos entendíamos bien y lo hacíamos prácticamente todo juntos. Como ella era nueva en la ciudad, no dude en presentarle a mi círculo más cercano e incluso le pedí a mis amigos que le acogieran en el grupo. Pero para ser sincero, nada más abrir la boca ella se los gano. Y es que creerme cuando os digo que todo en ella era simpatía y frescura, vamos un amor.
Pero poco a poco tanta amabilidad y tanto por favor me fue cansando. Me tenía un poquito harto con ese acentito suyo (es que era de Granada) y su capacidad de tener respuesta para todo. ¿Qué coño le pasaba a esa tía? ¿No podía tomarse nada en serio?
Y encima comía más lechuga que un grillo, ves eso es otra cosa que me tenía cansado. Carolina estaba obsesionada con la comida equilibrada, con el deporte y, lo peor de todo, esperaba que yo adoptara sus hábitos. Era peor que una novia y eso que solo era mi compañera de piso, no me la quería imaginar como pareja. Enfermo, me pongo enfermo de solo recordarlo...
Resumiendo, aproveché que yo solía cocinar para ir añadiendo unas gotas de laxante en cada una de sus ensaladas. Para que no se notara el sabor empecé a buscar aliños que lo disimularán y que estuvieran de moda. Después de varias semanas añadiendo mi toque especial en su comida, lo único que conseguí es que se pusiera enferma. Así que me tocó cuidarla.
En el fondo me daba un poco de pena verla sola en el hospital, su familia estaba lejos y, la verdad, es que hacía mala cara. Así que cuando mejoró y, por fin, cuando nos vinimos a casa, me prometí que me obligaría a ser un poco más tolerante con Carolina. Y la verdad es que lo conseguí, volvimos a recuperar aquella amistad de los primeros días e incluso hubo un momento en que me planteé intentar algo más con aquella preciosa chica.
Me acuerdo que aquellos días estaba feliz, me sentía pleno pero la vida es injusta y quiso que todo aquello se fuera al garete. Un día, al volver del trabajo, me encontré a Carolina tumbada en el sofá, tapada hasta el cuello.
-¿Qué te pasa, Carol?
-Me encuentro fatal-contestó con voz nasal-creo que tengo fiebre.
Y, en efecto, mi pobre compañera había cogido un gripazo de esos que hacen historia. La cuidé todo lo que pude pero el virus no parecía remitir por lo que a los dos días continuaba igual o peor y encima impertinente. Que si tráeme el agua, que si me molesta la tele, que si dame mi medicación y aquello por mucho que yo intentara serenarme, me estaba tocando los huevos. Hasta que al tercer día llegué a mi límite y ya no lo pude evitar.
Recuerdo que estaba pelando patatas cuando de pronto escuche su irritante voz.
-Alberto, ¿Puedes traerme una pastilla? La cabeza me está matando.
-Si, espera un momento-contesté mientras respiraba hondo.
Pero no, no pudo esperar, y antes de que acabara de pelar la patata ella insistió.
-Alberto, ¡tráeme la pastilla!
Fue justo en ese momento cuando a mí se me fue la cabeza. Sin pensarlo di media vuelta y comencé a caminar hasta llegar al salón. Allí estaba ella, tumbada en el sofá haciendo zapping. Sin decir ni una palabra me abalance sobre ella y le asesté por lo menos diez puñaladas. Cuando al fin calmé mi ira la mire y le dije:
-¿Ya se te pasó el dolor?
Está claro que no me contestó la pregunta, a ver si os creéis que estoy loco. En la próxima carta os cuento como siguió la historia, creerme cuando os digo que no tiene nada de especial, solo es un mero trámite.
Me despido hasta entonces,

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lunes, 20 de abril de 2015

Mis lecturas: El legado eterno

Hola a todos:

Hoy os quiero hablar de un libro que descubrí a través de grupo de facebook El sueño literario. Se trata de El Eterno Legado de Elisabet Castany.


Argumento:

¿Qué pensarías si todo lo que creías saber sobre tu familia no es más que una compleja y escabrosa mentira? Amy, una joven profesora de arte en una escuela de Barcelona, descubre tras la muerte de su padre unas misteriosas cartas relacionadas con la desconocida familia de su madre. La necesidad de saber y un peligro inminente que la acecha la llevan a Llo, un pequeño pueblo del Pirineo francés. Pronto se verá inmersa en una espiral de mentiras y traición donde conocerá de primera mano la verdad sobre sus orígenes. Luchar contra la amenaza que pesa sobre su persona no será tarea fácil, tampoco lo será enfrentarse a lo que le tiene preparado su propio destino. El misterio, la historia, el amor y un gran secreto ancestral se entremezclaran para dar vida a esta poderosa historia que te cautivará por completo.

Mi opinión:

Hacía mucho tiempo que no leía nada de este tipo y, la verdad es que me ha gustado. Podríamos dividir el libro en dos etapas. La primera cuando Amy todavía vive en Barcelona donde todo se derrumba a su alrededor y donde no encuentra un sentido a su vida. Y una segunda que se desarrolla en Llo, un pequeño pueblo del Pirineo francés donde descubre que la vida que hasta ahora tenía por propia es una gran mentira.


Siendo sincera yo este primer libro de la bilogía La hija de la Sacerdotisa lo clasificaría más dentro del género fantástico que del romántico. ¿Por qué? Pues muy sencillo, aunque se deja ver la historia de amor y existe una tensión sexual bastante palpable, no se acaba de resolver ¡¡Espero que, por favor, Elisabet, en el segundo libro se resuelva!! Y no solo lo digo por Amy y Erwan ^^ jejeje

¿Por qué me decanto por la fantástica? Porque el libro está muy bien documentado y busca sentido a todo lo esotérico, los sueños, sus significado, etc. que se nos relata. Y yo, me quito el sombrero ante la cantidad de horas que debe de haber detrás de esa documentación, del trabajo para encajar su historia con algo lógico y la veracidad que le otorga al texto, aún dentro de ser una fantasía. Y todo esto en una primera publicación, ¡enhorabuena!

Resumiendo si os gusta el misterio, las traiciones y las aventuras esta es vuestra novela. Yo me quedo esperando la segunda parte con muchas ganas de que llegue ¡Sale el día 1 de Mayo!
Bueno espero que si os decidís a leerla os guste  =D

¡Mil besos!

Lupe
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viernes, 17 de abril de 2015

Capítulo 12: Frustrado

Estaba frustrado, llevaba quince días en la ciudad condal y aún no había conseguido averiguar nada que fuera importante. Cansado de visitar viejos amigos de mi familia, sin obtener nada a cambio, decidí pasar los días que me quedaban en la tranquilidad de mi casa.


Parecía que, a pesar de pertenecer a unas de las familias más populares de Barcelona, nadie sabía nada sobre un escándalo. Aunque sí que conocían perfectamente el compromiso. Desesperado por tal desinformación solo me quedaba indagar sobre su futuro marido.

Sí, eso era una buena idea, me acercaría a la cámara de comercio. Estaba seguro que aunque no me conocieran en persona mi apellido aún tendría algo de peso o al menos el suficiente como para ganarme la confianza de aquellos hombres.

Antes de salir de casa, le pedí a Ximo, el hijo de Doña Montse, que me averiguara todo lo que pudiera sobre los negocios que en ese momento se estaban tratando en la cámara de comercio. Quería llegar causando una buena impresión, quizás me interesara alguna de las inversiones más de moda o necesitara tener preparado algún tema de conversación importante, y todo esto lo conseguiría solo si conocía el terreno a la perfección. Ximo que tenía más o menos mi edad tenía los conocimientos suficientes para ayudarme en esa tarea. Mi abuela, que en paz descanse, se había empeñado en darle una buena educación para que se pudiera defender en la vida. El muchacho aprovechó la oportunidad y estudió para ser contable. A la vista de los libros de cuentas de las diferentes propiedades que mi familia tenía en la ciudad, el chico era muy bueno.

-¿Da usted su permiso?-preguntó nada más entrar en la habitación donde estaba.
-Sí, claro, pasa sientate.
-¿Me ha mandado llamar, señor?-preguntó sin levantar los ojos de los zapatos.
-Ximo, necesito enterarme de lo que se está cocinando en la Cámara de comercio de esta Ciudad-le comente nada más entró en el despacho de mi abuelo-. Verás estoy interesado en...
-Disculpe, señor, ¿puedo serle sincero?


Lo observe durante unos segundos, aquel muchacho tenía agallas para cortar lo que le estaba contando, aunque fuera mentira. Pero al mirarlo detenidamente observé su nerviosismo, desde luego no lo estaba pasando nada bien.

-Sí, claro- contesté suavizando mi voz-. Se lo agradecería.
-Sé que usted va preguntando por ahí sobre la señorita Gala. Sé que usted sabe que se va a casar pronto pero...
-¿Pero?-insistí animando con la mano a que siguiera hablando de ella.
-Disculpe que se lo diga, Señor, pero ella no puede romper su compromiso y como supongo que a usted ella le interesa creo que debo advertirle de ello.


«Bingo» pensé. Tenía ante mí lo que llevaba tantos días buscando, una respuesta. Miré al joven que aún continuaba de pie delante de mi escritorio, estaba nervioso y parecía que tenía miedo de hablar.


Antes de contestar a lo que me acababa de decir, decidí servirnos unas copas. Necesitaba que me contara lo que sabía y sobretodo que lo hiciera confiando en que no le pasaría nada. Quizás temía quedarse sin empleo si lo que tenía que decirme no era de mi gusto. No, eso no debía de ser. A juzgar por el mutismo que había en toda la ciudad tenía que pasar algo más grave. Pero, ¿qué?

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